Fecha de publicación: 05/10/2022
La conectividad de redes es un concepto fundamental relacionado con las conexiones de tus distintos dispositivos. Aquí te definimos el concepto y te describimos las principales tipologías existentes.
La conectividad de redes se puede definir como la capacidad que tiene un dispositivo de conectarse a otro. Esto puede servir para internet (lo más habitual), pero, también, para interactuar a distancia, como sucede con los dispositivos Bluetooth. Por otra parte, hay que señalar que esta conectividad puede ser por cable o inalámbrica, según el caso. Y, también, conviene que sepas que las diferencias de velocidad pueden ser distintas. Si bien lo habitual es que pensemos casi de inmediato en internet, la conectividad de redes no tiene por qué incluirla. De hecho, la idea de conectar dos dispositivos ya existía con la telefonía convencional. Lo que sucede es que, ahora mismo, esta cuestión se ha hecho más compleja. Y conviene que la conozcas mejor.
La conectividad es un concepto que, en las últimas tres décadas, ha evolucionado, y mucho. Hay que señalar que la aparición de internet multiplicó las opciones disponibles y, con el desarrollo de IoT (Internet de las Cosas) esta realidad se ha hecho más compleja, si cabe. Por ese motivo, tener una pauta sobre las distintas opciones que existen y fórmulas de conectividad es interesante. Para arrojar luz, vamos a hacer un recorrido por las distintas posibilidades que hay. ¿Preparados? ¡Vamos allá!
La conectividad Bluetooth se concibió para conectar un dispositivo a una base central. Por ejemplo, es común que los coches puedan conectar el teléfono móvil para que no se tenga que manipular el teléfono móvil. Lo mismo sucede con otros dispositivos que se pueden conectar entre sí, para que funcionen a distancia. Hay que decir que, hoy en día, esta es una metodología extendida para determinados ámbitos.
La conexión a internet por fibra óptica funciona con hilos, pero, en este caso, estos son de vidrio, tienen mejor conectividad y suelen ser más rápidos que el ADSL. Por poner un ejemplo, nos estamos refiriendo a velocidades de hasta 1 Gbps. Es, sin duda, la mejor opción que existe.
La conectividad de datos móviles, como su nombre indica, es una conexión de paquetes de datos para teléfonos móviles y tabletas. Por lo general, se trata de velocidades pequeñas, pero con la ventaja de un buen alcance. Hoy en día, la práctica totalidad de los móviles trabajan con redes 3G que, según la cobertura, se convierten en 4G y 5G.
La conexión WiFi es aquella que permite que un dispositivo se conecte a una red sin ningún tipo de cableado. En este supuesto, conviene señalar que la red puede ser privada o pública (relativamente frecuente). Lo que sucede, muchas veces, es que una red privada tiene suficiente potencia como para que un dispositivo de sobremesa o móvil se conecte mediante la clave de acceso. La ventaja es la posibilidad de conectar multitud de dispositivos, mientras que las desventajas están (a veces) en la seguridad y en que puede haber una sobrecarga por dispositivos.
Conocer los distintos tipos de conectividad de redes es importante para adaptar correctamente tus dispositivos y aprovechar lo mejor de cada uno de ellos. En Andorra Telecom ofrecemos un servicio de conexión a internet. ¡No dejes de contactarnos para saber más!
